viernes, 22 de diciembre de 2006

CARTA A LOS REYES MAGOS


Queridos Reyes Magos:

Estas Navidades son muy especiales para mí. Este año he ido por primera vez a la escuela. Ya sé las cinco vocales y contar hasta diez ¡qué bien! Todo el mundo dice que soy muy listo para la edad que tengo y que me doy cuenta de cosas que el resto de niños de mi edad ignora. Como todavía no sé escribir le he pedido a mi hermano Pablo que me escriba esta carta. Mis padres me han dicho a finales de año la cigüeña vendrá y me traerá un nuevo hermanito. Junto con Pablo y María, ya seremos cuatro ¡qué guay! Estamos todos muy ilusionados.
Me he portado muy bien este año. He sido un niño bueno, no he dicho palabrotas, he obedecido a mis padres y he compartido mis cosas con mis hermanos y amigos. Por eso quiero pediros unas cuantas cosillas:

No quiero crecer ni hacerme mayor.
Quiero ser Peter Pan y viajar a la Tierra de Nunca Jamás.
No quiero perder la fantasía e inocencia de mi niñez.
Quiero jugar con mis juguetes y ver mis dibujos animados favoritos.
No quiero ver imágenes de niños sufriendo de hambre o heridos en guerras inútiles.
Quiero que esta navidad todos los niños del mundo tengan un motivo para sonreír.
No quiero que mis padres se vean obligados a pagar una hipoteca de 30 años para conseguir un techo digno donde vivir.
Quiero que todos los miembros de mi familia vivamos siempre juntos.
No quiero ver a mamá llorar, ni que papá le grite o haga daño.
Quiero que papá y mamá se lleven bien, seamos todos felices y vayamos a pasear al parque los domingos.
No quiero tener que pagar un seguro sanitario para que después me digan que no cubre los gastos en caso de una operación grave.
Quiero que los gobiernos se gasten menos dinero en armas y más en investigaciones para curar las enfermedades.
No quiero ser explotado en una fábrica trabajando durante catorce horas al día.
Quiero que los salarios sean justos e iguales para papá y mamá.
No quiero ver ancianos abandonados en residencias por sus hijos.
Quiero que los abuelos se queden siempre en casa, así cada navidad podremos cantar villancicos y tocar la pandereta.
No quiero que los niños huérfanos sean maltratados o vivan en condiciones infrahumanas en algunas guarderías.
Quiero que todos los niños huérfanos del mundo sean adoptados por alguien que realmente los quiera.

Quiero cambiar el mundo y no puedo porque… tan sólo soy un niño.

martes, 12 de diciembre de 2006

FRASES PARA MEDITAR

Hoy voy a pasarte el testigo y dejar que seas tú el protagonista de esta entrada. No te contaré ninguna historia con moraleja ni escribiré versos arrítmicos de índole amorosa. Te daré una frase para que seas juez y parte en la valoración subjetiva que te produce. Dame tu opinión o lo que quieras porque ahora las líneas las escribes tú, no yo.



“No todas las lágrimas son amargas ni todas las sonrisas sinceras”

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