Hoy voy a pasarte el testigo y dejar que seas tú el protagonista de esta entrada. No te contaré ninguna historia con moraleja ni escribiré versos arrítmicos de índole amorosa. Te daré una frase para que seas juez y parte en la valoración subjetiva que te produce. Dame tu opinión o lo que quieras porque ahora las líneas las escribes tú, no yo.
“No todas las lágrimas son amargas ni todas las sonrisas sinceras”
2 comentarios:
Claro, se puede llorar de felicidad, o sonreír como una idiota cuando te dirigen la cosa más cruel del mundo. Por eso, hay que analizar cada lágrima y cada sonrisa con la que te topes, ya sea en tu rostro o en el de los demás.
De acuerdísmo, y muchos y alborotados saludos.
cierto wapo, hay que saber analizar en cada momento. besosssssssssssss´y nos leemos.
Publicar un comentario