Hallóme en esta prisión de barrotes literarios. Mi alma cumple condena por un delito de amor no correspondido. Mientras la llama de mi triste existencia se extingue, malgasto el tiempo, que me resta, plasmando los desvaríos de mi mente en estos pergaminos de papel imperecedero.
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1 comentario:
je je. Hola niño. Llevo un tiempo sin pasar por aquí. Muy buena la confidencia.
besos
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