miércoles, 8 de agosto de 2007

LA MEDICINA DE HOY

Ya no tengo esperanzas de alcanzar lo imposible. Ni siquiera de perseguir un sueño. Mi voluntad descalza está magullada por las piedras de la vida. Esa vida que se inclina cuesta arriba y que me ha robado el último aliento. Ahora me he vuelto un asmático realista. Hay veces en las que quisiera respirar oxígeno de amistad pero no puedo. Mis vías respiratorias están obstruidas por una soledad vírica que hace mella en mi debilitada salud mental. Tengo altos los niveles de odio en sangre y también padezco algún tipo de lumbalgia rencorosa que me impide adoptar una postura optimista. El corazón se me hincha y el alma retiene líquidos tristes y a la vez opacos. He tenido que ser operado varias veces porque tenía pena en los riñones y una úlcera en la autoestima. Todo ha sido en vano. Hay heridas que nunca cicatrizan aunque las huellas dejadas sólo sean visibles a los que no pueden verlas. Estoy harto de que me receten vitaminas: Vitamina A para la Alegría, B para la Bondad, C para el Cariño, D para la Desilusión, E para la Esperanza... porque al final no me las tomo. Mi organismo ya se encuentra saturado de medicamentos curatodo que no son más que una falacia sentimentalista de una sociedad profundamente depresiva. Creo que lo mejor será una salida socrática. Beberé la cicuta de mentiras que somnolentamente acarician la insensatez con la que, desde hace tiempo, comparto mi cama. Quizás mañana me despierte o quizás no, pero eso será tema para otro día.

No hay comentarios:

What language do you prefer to read this blog? / ¿En qué idioma prefieres leer este blog?