miércoles, 14 de marzo de 2007

MIRAD@S


Miro este papel y veo un espacio reservado para la nada y el silencio.
Miro a través de mi corazón y sólo veo tristeza y melancolía.
Miró a través de tus ojos y veo un mar de dudas y unos cuantos islotes de rencor.
Miro a través de tus labios y quizá es ahí donde mi mirada se pierde.
Miro a través de tus palabras y comprendo que la hipocresía es un lenguaje universal.
Miro a través de tus caricias y veo mi sueño en ti posado y relajado.
Miro a través de la mirilla de la puerta y veo un mundo de pobreza políticamente ignorado.
Miro a través de la ventana y sólo veo tormentas, maremotos e inundaciones.
Miro por lo alto de los edificios y veo un montón de antenas y mucho humo de chimeneas.
Miro a través de los gestos de gente y veo que nadie entiende a nadie.
Miro la televisión y veo que todos son el mismo perro con distinto collar.
Miro a través de las paredes y veo malos tratos y silencio.
Miro allá a lo lejos en el horizonte y veo un montón de gente jugándose su vida por tener una mejor.
Miro hacia el este y veo dolor, muerte y lágrimas.
Miro hacia el oeste y veo muchos generales y un dólar.
Miro hacia el sur y veo que a nadie le interesa mirar allí.
Miro al sur, muy al sur y veo lugares que quizás no vuelva a ver.
Miro al norte y tres cuartos de lo mismo.
Miro hacia el futuro y veo que no existe.


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viernes, 2 de febrero de 2007

SÉ FELIZ, AMIGA MÍA


Pon una palabra mía en tu boca y tu boca será mi palabra.
Pon un sentimiento de tu alma en un papel y el papel será bello sentimiento.
Pon una lágrima tuya en mi rostro y tu pena será también la mía.
Pon una sonrisa al triste y el triste será dichoso.
Pon un beso en mi boca y tu boca será mi alegría.
Pon tus ojos en mis ojos y tus ojos serán las estrellas.
Pon tu mano sobre mi mano y tu mano será compañía.
Pon caricias a mis cabellos y mis cabellos serán olas acariciando la arena de la playa.
Pon tu cuerpo sobre mi cuerpo y tu cuerpo será guarida de ladrones.
Pon una promesa en mis labios y mis labios serán caja fuerte de un banco suizo.
Pon tu vida en mi vida y mi vida por dos será compartida.


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sábado, 6 de enero de 2007

COMPRA Y OLVIDA

COMPRA BOMBONES

COMPRA CAVIAR

OLVIDATE DEL HAMBRE

COMPRA ROPA DE MARCA

COMPRA PERFUMES

OLVIDATE DE LA POBREZA

COMPRA JUGUETES

OLVIDATE DE LOS NIÑOS SOLDADO

COMPRA ELECTRODOMÉSTICOS QUE NO SEAN CLASE A

OLVIDATE DEL CAMBIO CLIMÁTICO

COMPRA COCHES DEPORTIVOS

OLVIDATE DE LA MISERIA

COMPRA UNA VIVIENDA

OLVIDATE DE LOS SIN TECHO

COMPRA JOYAS

OLVIDATE DE LA VIOLACION DE LOS DERECHOS DE LAS MUJERES

COMPRA BEBIDAS REFRESCANTES

OLVIDATE DE LA ESCASEZ DE RECURSOS EN LOS PAISES POBRES

COMPRA,

COMPRA,

COMPRA,

Y

SOBRE TODO

OLVIDA LO QUE ACABAS DE LEER

PORQUE A TI OLVIDAR SE TE DA MUY BIEN

viernes, 22 de diciembre de 2006

CARTA A LOS REYES MAGOS


Queridos Reyes Magos:

Estas Navidades son muy especiales para mí. Este año he ido por primera vez a la escuela. Ya sé las cinco vocales y contar hasta diez ¡qué bien! Todo el mundo dice que soy muy listo para la edad que tengo y que me doy cuenta de cosas que el resto de niños de mi edad ignora. Como todavía no sé escribir le he pedido a mi hermano Pablo que me escriba esta carta. Mis padres me han dicho a finales de año la cigüeña vendrá y me traerá un nuevo hermanito. Junto con Pablo y María, ya seremos cuatro ¡qué guay! Estamos todos muy ilusionados.
Me he portado muy bien este año. He sido un niño bueno, no he dicho palabrotas, he obedecido a mis padres y he compartido mis cosas con mis hermanos y amigos. Por eso quiero pediros unas cuantas cosillas:

No quiero crecer ni hacerme mayor.
Quiero ser Peter Pan y viajar a la Tierra de Nunca Jamás.
No quiero perder la fantasía e inocencia de mi niñez.
Quiero jugar con mis juguetes y ver mis dibujos animados favoritos.
No quiero ver imágenes de niños sufriendo de hambre o heridos en guerras inútiles.
Quiero que esta navidad todos los niños del mundo tengan un motivo para sonreír.
No quiero que mis padres se vean obligados a pagar una hipoteca de 30 años para conseguir un techo digno donde vivir.
Quiero que todos los miembros de mi familia vivamos siempre juntos.
No quiero ver a mamá llorar, ni que papá le grite o haga daño.
Quiero que papá y mamá se lleven bien, seamos todos felices y vayamos a pasear al parque los domingos.
No quiero tener que pagar un seguro sanitario para que después me digan que no cubre los gastos en caso de una operación grave.
Quiero que los gobiernos se gasten menos dinero en armas y más en investigaciones para curar las enfermedades.
No quiero ser explotado en una fábrica trabajando durante catorce horas al día.
Quiero que los salarios sean justos e iguales para papá y mamá.
No quiero ver ancianos abandonados en residencias por sus hijos.
Quiero que los abuelos se queden siempre en casa, así cada navidad podremos cantar villancicos y tocar la pandereta.
No quiero que los niños huérfanos sean maltratados o vivan en condiciones infrahumanas en algunas guarderías.
Quiero que todos los niños huérfanos del mundo sean adoptados por alguien que realmente los quiera.

Quiero cambiar el mundo y no puedo porque… tan sólo soy un niño.

martes, 12 de diciembre de 2006

FRASES PARA MEDITAR

Hoy voy a pasarte el testigo y dejar que seas tú el protagonista de esta entrada. No te contaré ninguna historia con moraleja ni escribiré versos arrítmicos de índole amorosa. Te daré una frase para que seas juez y parte en la valoración subjetiva que te produce. Dame tu opinión o lo que quieras porque ahora las líneas las escribes tú, no yo.



“No todas las lágrimas son amargas ni todas las sonrisas sinceras”

miércoles, 8 de noviembre de 2006

V DE VENDETTA


Recuerden, recuerden el 5 de noviembre.

Conspiración, pólvora y traición.

No veo la demora

Y siempre es la hora

De evocarla sin dilación


Pero…qué ha sido del hombre. Sé que se llamaba Guy Fawkes y sé que en 1605 quiso hacer saltar por los aires el Parlamento Británico pero… quién era realmente, cómo era.


Nos dicen que recordemos los ideales, no al hombre, porque con un hombre se puede acabar. Pueden detenerle, pueden matarle y pueden olvidarle, pero 400 años más tarde los ideales pueden seguir cambiando el mundo.


Yo he visto con mis propios ojos el poder de los ideales. He visto a gente matar por ellos y morir por defenderlos. No se puede besar un ideal, ni tocarlo o gozarlo. Los ideales no sangran, no sufren y tampoco aman. Pero no es un ideal lo que yo echo de menos, sino un hombre. Un hombre que me hizo recordar el 5 de Noviembre. Un hombre al que jamás olvidaré.




Fragmento extraído de la película "V de Vendetta" ©2006 WARNER BROS. ENTERTAINMENT INC.

jueves, 26 de octubre de 2006

EL VALOR DEL SILENCIO

No dejo de pensar en ti.
Quiero asomarme a la ventana
y ver en el arco iris
tu cara reflejada.

El amor que habita en mi pecho,
como prisionero que cumple condena,
es fuerte y poderoso
y lucha por escapar hacia fuera.

Más doloroso es el silencio,
Ése no decir nada,
que tanto te molesta
cuando desayuno contigo cada mañana.

Si la tímidez es una enfermedad,
debo estar en fase terminal,
porque aunque yo lo intento
contigo no puedo hablar.

Me gustaría decirte cosas preciosas,
¡Qué mi hablar se tornase lengua de poeta!
Que mi mente inventase mundos fantásticos
donde refugiarnos como los ascetas.

Pero todo lo que digo es fantasía.
La que perturba mi mente,
la que no me deja descansar
ni de noche ni de día
sólo porque en mis sueños siempre estás presente.

Pero cómo sabrás lo que por ti siento,
si soy mudo y no de nacimiento,
no me atrevo a mirarte
y menos aún, echarte de mi pensamiento.


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viernes, 20 de octubre de 2006

CARICIAS PARA EL ALMA

“SÓLO ENTONCES”



Cuando el corazón de los hombres se convierta en una pesada piedra de plomo

Cuando olvide la última vez que las lágrimas brotaron de mis ojos

Cuando el cielo deje de ser azul y se vuelve tóxico, negro y asfixiante

Cuando el hielo de la Antártica se derrita y sube el nivel de los Océanos

Cuando los ríos de los continentes estén tan contaminados que ya no los habiten ni los peces

Cuando la risa de un niño sólo se escuche en viejos cedés piratas

Cuando para mirar a tus ojos antes tenga que desempolvar mi alma

Cuando para darte un beso tenga que abrir mi cartera y sacar un talonario

Cuando eche la vista atrás y vea que mi vida ha sido un camino en círculo

Cuando para saber lo que es amar tenga que perdonarte tus mentiras

Cuando mis pesadillas se transformen en realidad y de ella salgan mis demonios

Cuando para hacerte feliz tenga que renunciar a lo que soy

Entonces y sólo entonces…te diré que ya no te amo


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miércoles, 18 de octubre de 2006

VERSOS GÓTICOS

“OFERTA: POESÍA BARATA A 1 CÉNTIMO LA ESTROFA”

Largo es el camino de mi destierro,
Duras y tortuosas las travesías,
Que he de andar errante por mucho tiempo
Buscándome a mí mismo
Porque en mi interior no me encuentro.

Para subir a la Gloria,
antes hay que bajar a los Infiernos.
Yo llegué hasta el Hades,
Sacrifiqué infinitud de corderos
y di de beber su sangre
a los muertos que allí habitan.
Ellos me dijeron cuál iba a ser mi destino,
un sino, tan negro como el carbón
del que está hecho tu corazón de acero,
en el que tú no estabas.

No quiero vivir más
de las fantasías que son producto de mi mente,
quiero afrontar esta fría y cruel realidad
que envuelve mi alma cual manta de terciopelo
protege tus delicadas extremidades
del terrible y agresivo invierno.

Nada tiene sentido ya,
Porque mis versos se tornaron tristes,
humillado estoy por el paso del tiempo,
ya nunca la urraca vendrá a mi ventana
A graznar mil veces tu nombre,
Mas te maldijo yo en este momento
Porque loco de amor me has vuelto.

Vísteme con harapos y mentiras,
Clávame un puñal de lágrimas negras,
dame boleto y échame de tu vida,
escúpeme en la cara la verdad
de lo que pudo ser y no fue,
y renuncia a llamarme hombre
porque, sin ti, yo no soy nada.

Volveré a llamarte Luthien Elbereth
y tú te quedarás sola mirando las estrellas,
escudriñando el futuro de una vida sin esperanza
donde los corazones rotos jamás volverán a unirse,
donde las palabras huecas resuenen en el eco de mi ausencia..

Y entonces se hará de noche,
y vendrá la oscura muerte con su traje de gala,
guadaña en mano y túnica negra,
para robarme el último aliento de esta vida exacerbada.

Quiera Dios que éso ocurra
cuando venda al Diablo mi alma,
esa alma de poeta putrefacta,
que hace tiempo ya
que hicieron de ella
su hogar los malditos gusanos.


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miércoles, 11 de octubre de 2006

LITERATURA COMERCIAL

Últimamente no sé qué escribir. Ya no fluyen de mí las palabras como las cataratas del Orinoco ni tan siquiera como ese arroyuelo que pasa junto a tu casa y está seco en el caluroso estío. Me siento como una naranja que ha sido exprimida y, a la cual, ya no le quedan más gotas que dar. Sí, probablemente sea eso. O quizás se haya convertido en realidad la broma que gasté a una amiga mía. Le dije: mi inspiración se fue de vacaciones y aún no ha vuelto. ¡Quién sabe! Hay ocasiones en las que cuando escribía pensaba en mis posibles futuros lectores anónimos. Recibo muchas visitas anónimas, sin comentario claro está. Y eso me da qué pensar. Es como cuando en la oficina todo el mundo te saluda por tu ascenso dentro la empresa, pero lo que tú realmente esperas es la confirmación oficial del jefe. Yo no pretendo ser ningún filósofo de la vida, ni adoctrinar a nadie. Escribo lo que me apetece, lo que siento o lo que me gustaría sentir. Mi literatura no pretende ir más allá de donde tú le permitas ir. Ella tímidamente llamará al portal de tu mente y se quedará, en el rellano de la escalera, esperando que abras la puerta de tu corazón. No pretenderá venderte ninguna colección de libros por fascículos, cuchillos indestructibles o relajantes colchones de látex. Tampoco se tratará de un agente de viajes que te propondrá un crucero en trasatlántico por los mares de Oceanía, o un viaje por el espacio hacia la constelación de Casiopea, ni tan siquiera un tranquilo fin de semana en una casita rural en el campo. Lo suyo es mucho más simple. Te dará una semilla, insignificante a primera vista. No la desprecies. Tú sabes que las pequeñas cosas de este mundo son las que realmente nos hacen felices. No es más feliz el que más tiene, sino el que más ha dado. Parece una paradoja, verdad. Muchos buscan la felicidad en cosas externas (dinero, poder, fama...) porque los medios de comunicación, o mejor dicho, los dueños de los mismos han querido hacernos creer que eso es así. Pero tú seguro que has visto la película “Ciudadano Kane” o tal vez te la han contado. Pues precisamente la semilla que te voy a dar sirve para que la plantes en ti y vuelva a florecer el alma de niño que dejaste secar cuando creciste. O es que ya no te acuerdas lo dichoso que eras cuando jugabas en el patio del colegio con tus compañeros, o cuando tu mama te tapaba con una manta por las noches y te daba un besito en la frente. Nada te resultaba imposible porque ponías siempre todo tu empeño. Sin embargo, más tarde, cuando te hiciste mayor, tu horizonte se llenó de barreras infranqueables impuestas por otros. Te volviste un conformista y dejaste que tu alma de niño se marchitara con la luz artificial de una fría lámpara, alimentada por una red de sentimientos inhumanos.


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miércoles, 27 de septiembre de 2006

HISTORIAS DE ALTA MAR

Pablo era un chico humilde, hijo de una familia de pescadores de Almería. No tenía hermanos y desde pequeño le tocó vivir una infancia muy dura. Su familia vivía a duras penas con lo que sacaban vendiendo el pescado en la lonja del puerto o yéndose a trabajar con otros barcos, cuando las vicisitudes de la vida le obligaron a vender la pequeña embarcación que poseían. Pablo nunca tuvo regalo de reyes o de navidades como los otros niños. Su madre se excusaba diciendo que se había olvidado de dejar la ventana abierta para que entrasen los camellos. No le gustaba ir al colegio y cuando hacía novillos se escapaba por la calle de Granada hasta llegar a La Alcazaba. Desde allí podía ver a los barcos alejarse y soñaba con tener algún día su propio barco y así ayudar a su familia a vivir mejor. Cuando cumplió los quince años dejó definitivamente la escuela y se fue a trabajar con su padre a los caladeros de África. Un día quiso la mala fortuna que les sorprendiera una tormenta en alta mar. Un fuerte oleaje hacía tambalearse a la embarcación en la que viajaban. Finalmente ésta naufragó. A Pablo lo rescató un buque alemán, que volvía de Chipre, frente a las costas de Argelia. Del resto de la tripulación no se supo nada hasta el día de hoy. Aquello resultó un gran varapalo para él. Ahora tenía que ocupar el lugar de su padre como cabeza de familia y llevar dinero a casa para poder sobrevivir. Pero él no se desanimó y se supo rápidamente a trabajar día y noche durante los siguientes cinco años. Durante estos años apenas pudo gozar de la estancia con su madre, Rita, y sus abuelos, Nico y Micaela, a los que apenas veía. Nico era una persona muy agradable. Le gustaba contar historias sobre los años en que había estado surcando los océanos cazando tiburones y ballenas. De hecho le faltaba una pierna de un percance que sufrió con un cetáceo en los mares del Ártico. Pero la sonrisa era una de las cosas que nunca se le borraban del rostro. Micaela era muy buena cocinera. No en vano, cuando era joven había prestado sus servicios en la cocina de la casa real de Alfonso XIII. Le preparaba a su nieto unos deliciosos pastelitos de crema y chocolate que su madre ponía en la bolsa de la comida que Pablo se llevaba cada día. Los años transcurrieron silenciosamente y llegó el día en que Pablo pudo reunir el dinero suficiente para comprar su propia embarcación. Los años venideros fueron muy fructíferos y con todo lo que pudo ahorrar consiguió salir de la pobreza y tener toda una flota de barcos. Decidieron entonces mudarse e irse a vivir a una gran mansión en el centro de Almería. Una noche cuando Pablo regresaba de revisar sus embarcaciones en el puerto vio a una chica que caminaba descalza por la arena de la playa. Se acercó a ella movido por la curiosidad y la belleza ajena. En aquel preciso instante nació el amor y desde entonces ambos no se volvieron a separar. Y cada noche bajo la luz de la luna renovaban sus votos de amor amparados por la infinita bóveda celeste. Hoy día, Pablo es un hombre muy feliz. Vive aún con sus abuelos, madre y esposa. Hay veces que se pone triste cuando se acuerda de su padre y de todo lo acontecido en los malos tiempos, pero ahora ya no es él el centro de su familia. Un nuevo miembro acaba de llegar y Pablo sabe que ahora sí vendrán los camellos a través de la ventana.


jueves, 10 de agosto de 2006

MOBILIARIO PARA CORAZONES DESALOJADOS

Mi madre está siempre regañándome y diciéndome que ordene la habitación. Dice que soy un desastre, que algún día voy a dejar la cabeza por ahí olvidada y tendré que ir a una oficina de objetos perdidos a buscarla. Pero yo no puedo evitar colocar las cosas en ese orden aleatorio tan genuinamente mío. Tengo en mi cuarto un viejo armario de madera con tres puertas. Tras la primera puerta guardo la ropa de invierno. Abundan los jerséis de cuello alto o de cisne, como tú los llamas. Deber ser porque de pequeño siempre me consideré un patito feo y albergaba en mi interior la esperanza de cambiar como en el cuento. Las bufandas son de muchos colores pero tristes porque siempre me acuerdo de las lágrimas de tus ojos en los días de lluvia y de cómo el arco iris de tu sonrisa venía tras de ellas. En cuanto a los guantes, mis preferidos eran los recubiertos interiormente por pelo, tan suavecitos como el tacto de tu cuerpo cuando me estrechabas entre tus brazos. Tras la segunda puerta está la ropa de verano. Todavía tengo esa camiseta de la alegría que me trajiste de las fiestas del pueblo. Me gusta ponérmela cuando voy de paseo con mis amigos por el puente del Alamillo. También tengo la camiseta de la tristeza que me trajo mi hermana cuando estuvo de misionera en África. Me la pongo los días que amenazan con tormenta para pedir que llueva en los desiertos y que las tierras de aquel continente se vuelvan fértiles y ricas. Las bermudas y los pantalones piratas los guardo para cuando voy a la playa. Me gusta otear el horizonte para poder descubrir algún día el velero blanco en el que viajan tus más nobles sentimientos. Detrás de la tercera puerta, ahí tengo escondidos mis sentimientos hacia ti. Quisiera dejarlos escapar, pero tú ya me conoces, soy muy tímido y no quisiera que ellos te hiriesen. Al lado del armario está el reloj de pared. No funciona, sus manecillas siempre marcan la misma hora pero no pienso arreglarlo. Así cuando estamos juntos me parece que el tiempo no transcurre y no me siento abrumado por el paso del mismo. Enfrente de ellos está mi mesita de noche. En sus cajones guardo varios corazones rotos y descoloridos y unas cuantas almas descosidas. Algún día aprenderé a coser para arreglarlos. Cuando la luz de la habitación está apagada y la luz de la lámpara ilumina las estrellas pegadas en el techo me siento como el Principito. Yo no tengo una flor única que riego y cuido pero te tengo a ti, que eres mucho más que eso. La funda de mi almohada tiene tu nombre bordado con letras de oro. Así siempre te tengo presente en mi cabeza cuando sueño contigo. Las sábanas de mi cama tienen el dibujo del mar y cuando me cubro con ellas pienso que soy un náufrago, que espera la llegada de una sirena que le embruje con su canto.


viernes, 28 de julio de 2006

JAULAS DE CEMENTO

Hoy voy sentado en el autobús, mirando por los grandes cristales el paisaje que se presta a mis ojos. Enormes edificios grises y fríos, austeramente decorados, con balcones milimétricos, muchos de ellos enrejados. Me recuerdan a jaulas de pájaros. ¡Qué iluso eres hombre moderno! ¿A qué aspiras en esta vida? Tú te crees mejor que ese pajarillo que tienes encerrado y al que le exiges que cante, que cante de felicidad. Te crees que con tener lleno el bebedero de agua y comprarle el mejor alpiste del mercado ya has satisfecho sus ilusiones. Tú eres también ave presa, que no puede mirar las estrellas porque vives en un mundo tan contaminado, tan asfixiante, esclavo del tiempo, de la moda, del cuerpo delgado y esculpido a base de gimnasio y operaciones de cirugía, de lo material y perecedero, de lo políticamente correcto, de lo perfecto. Sueñas con vivir por cuenta ajena, en un pisito cuadrado de 30 metros, con una hipoteca a 30 años y con un coche deportivo caro pero realmente vivirás con tus padres hasta los cuarenta. Quieres ser mejor que tu vecino, para poder presumir y casarte con una modelo anoréxica y bulímica. Probarás las drogas porque como tú bien dices, en esta vida hay que probarlo todo, vivir al máximo, que la vida son dos días y acabarás dando fiestas glamorosas en tu casa para esa manada de cuervos que simulan ser tus amigos. ¿Y que será de tus polluelos? Esos niños insensatos, que sólo piensan en gastarse tu dinero haciendo botellones, paseando el palmito encima de una moto o comprándose el último modelo de unas zapatillas de marca, fabricadas por multinacionales que explotan a niños indefensos en los países del tercer mundo. ¿Y qué harás cuando llegues a mayor? Acabarás abandonado, solo, en un asilo y haciéndote tus necesidades encima mientras tu prole despilfarra tu dinero de forma abusiva. Te quedarás delante de este tonto televisor absorbiendo toda esa publicidad manipuladora que rige tu mundo. Y cuando mueras dirás que fuiste muy feliz, que conseguiste alcanzar las metas que te propusiste, que fuiste libre de dirigir tu vida. ¿Estás seguro de ello, ave de paso? Si te hubieses quitado ese velo que empañaba tu vista, seguramente te hubieras dado cuenta de que nunca saliste de tu jaula de cemento.

jueves, 13 de julio de 2006

YA NO

Ya no me escuchas cuando te hablo. Mis palabras son hojas al viento que resbalan sobre el tejado de tu conciencia. Ya no sonríes cuando te miro fijamente a los ojos. El brillo de las estrellas hace tiempo que se apagó en ellos y ahora la penumbra de la tristeza oscurece tu rostro de ángel caído. Ya no me abrazas cuando estamos juntos. Las rutas de tu piel no me son desconocidas en un terreno que ahora me es vedado. Ya no me besas cuando nos despedimos. La savia de tus besos no llega a este corazón que se está secando de amor. Ya no pronuncias mi nombre cuando me llamas. Quizás la ausencia haya llamado al olvido y éste esté suplantando mi puesto. Ya no sé si eres mía o eres de otro. Una atmósfera de silencio envuelve el espacio reservado para las caricias y la reconciliación es un engaño metafórico que alguien inventó para ser políticamente correcto. Puede ser que, hoy más que nunca, las palabras ya no sean el antídoto para salvar el abismo que nos separa. Yo ya no sé qué pensar. Espero tu vana respuesta mientras me consuelo con el eco de la persona que fuiste resonando en mi alma dormida. Te querré, por siempre, mi amor. Besos.


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martes, 11 de julio de 2006

NOSTALGIA

¡Qué pena hacerse mayor! Esa burbuja en la que vives de pequeño explota como un globo pinchado por una aguja de coser. Tanta felicidad e inocencia se transforma en realidad cruel y triste. Dicen que debemos conservar el alma del niño que fuimos antaño, conservar nuestras ilusiones y sueños para convertirnos en bellos sauces llorones con una savia nueva que recorra nuestro ser. Porque de no ser así, seremos como esos álamos grises que crecen en zonas húmedas y están huecos por dentro y al amparo de las inclemencias temporales. Yo recuerdo con mucho anhelo cuando mi abuelo me contaba aquellos maravillosos cuentos. El del Lobo y los siete cabritillos y el de Rabo Borrico y Estrellita de Oro. Por más que los escuchaba nunca me cansaba de ellos y siempre esperaba el momento clave en el que mi abuelo me pellizcaba la barriga y ponía voz de lobo malvado. También recuerdo cuando jugaba con mis playmobil y me inventaba mil historias, quizás por eso mi imaginación se desarrolló tanto. Me encantaban los dibujos animados y aquellas series de televisión. Jugaba a los detectives privados e incluso me propuse escribir un libro acerca de una serie de personajes mitológicos entre los que estaba un centauro que utiliza el arco con mucha precisión. Viendo al doctor Who y V quise luchar contra aquellos seres extraterrestres y resolver enigmas viajando por el universo. Gracias a McGyver y al Equipo A quise construir inventos raros. Alucinar con aquellos partidos de Oliver y Benji donde los disparos de los jugadores parecían de otro mundo. Por no olvidarme de Kid, el fabuloso coche fantástico y su inseparable compañero de aventuras Michael Knight. Y ahora que está de moda en una cadena de televisión nueva reponer series antiguas, creo que muchos niños podrán disfrutar como lo hice yo.

miércoles, 5 de julio de 2006

RETAZOS DE UN SUEÑO

Hoy voy caminando solo por el sendero de la tristeza. A mi mente han venido recuerdos olvidados, hechos de retazos de mi alma de escayola. Por un momento me traslado a aquella escena, los dos juntos a la orilla de la playa, un atardecer maravilloso. La brisa del mar mesaba tu cabello y tus ojos eran dos abismos donde refugiarme de la soledad de la mañana. Es entonces cuando tu olor embriaga mi cuerpo, cuando tu tacto me hace sentir un sutil cosquilleo que recorre mi piel y el verdadero amor llama a las puertas de mi corazón haciendo sonar el timbre de la felicidad. Pasan las horas y seguimos los dos abrazados. Ahora la Luna reina en el cielo. Sus destellos bañan nuestros cuerpos unificados que permanecen como estatuas de piedra en la fuente de un parque. Y el tiempo se hace eterno, nuestras vidas concurren como afluentes de un río que va a morir al mar. Tus labios callan y los míos no pueden dejar de hablar en un lenguaje que sólo tú y yo comprendemos. En este día cabe esperanza para lo que vendrá en un futuro incierto en el que nada podrá separarnos, ni tan siquiera la muerte con su terrible guadaña de acero. No sé porqué pero una lágrima traicionera se ha escapado de la cárcel de tus bellos ojos y, presa de la libertad del momento, desliza suavemente por tu mejilla y riega tus labios carnosos. Al igual que tras la tempestad viene la calma, es ahora el arco iris de tu sonrisa lo que engalana tu cara y ese guiño dedicado el que me conmueve el alma. ¡Cuánto amor cabe en este pequeño corazón de hielo! ¡Cuántas primaveras tendré que esperar hasta su deshielo! Sólo tú podrás responderme a ello. Porque tú eres incógnita y eres respuesta, tú eres calma en el amanecer de mis días y eres volcán en la noche trémula. Tú eres mi todo y yo soy la nada, la nada que sueña con volverse universo de tu vida. Shhhhhh… no hables, no digas nada. Déjame disfrutar del presente. De repente, suena el chirrido del despertador. Tú te alejas lentamente y te adentras en el mar. Sé que no estarás ausente por mucho tiempo. Nos volveremos a encontrar cuando el atardecer de mi cansancio se oscurezca con la melodiosa armonía de la somnolencia nocturna.


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miércoles, 21 de junio de 2006

LAS RUNAS DE GËVÊL





Esta historia se remonta a una época pasada, casi ya olvidada por el devenir del tiempo. Una época épica, gloriosa, donde el valor de los hombres se medía por las hazañas conseguidas por el rugir de los aceros de sus espadas y el valor de sus corazones. Una época donde la imaginación era realidad y la magia era un arte transmitida de maestros a aprendices. En la tierra de Iösth, en los confines del mar de Heth Nüj habitaba un poderoso rey. Se había ganado la fama en el campo de batalla y era dueño y señor de la mitad del mundo conocido. Se había sabido rodear de fieles súbditos y caballeros de distintas razas: hombres, elfos y enanos. Su nombre, Îfthyq, era sinónimo de bondad y respeto. Procuraba gobernar con justicia e inteligencia, ideales en principio difíciles de aplicar de forma conjunta. Para facilitar estas labores gozaba del consejo de un sabio, que además era practicante de las artes oscuras, es decir, un mago en toda regla. Sin embargo por aquellos días unas terribles enfermedades estaban aquejando a la población. Los remedios y medicinas tradicionales no surtían efecto. El rey, rodeado de médicos, magos y su consejero, trataba de encontrar una solución. Un día llegó a palacio un clérigo que solicitó una audiencia con el rey. El tema del que iban a tratar era muy importante, casi un asunto de estado. El rey, embargado por la curiosidad, aceptó hablar personalmente con él. El clérigo se llamaba Näîl y pertenecía a la Orden de los devotos de Qza, un dios con forma de dragón que representaba el poder de los dragones sobre la faz del mundo. Durante muchos años habían guardado secreta y recelosamente un objeto de culto divino, un amuleto negro con un rubí en el centro que, según cuenta la tradición, había pertenecido al mismísimo Gëvêl, última reencarnación humana de Qza. En el amuleto había grabadas unas extrañas runas en un lenguaje ya olvidado y perdido en el tiempo. En las últimas semanas el amuleto había cambiado de color, se había vuelto blanco, e incluso el rubí había comenzado a emitir unos destellos hasta entonces desconocidos. Todo parecía indicar que algún acontecimiento extraño se avecinaba sobre el mundo y quizás descifrar el mensaje escrito en el objeto era una de las claves para averiguarlo. De este modo, los superiores de la orden decidieron enviarle al rey el amuleto para que su consejero, el mago Pêdvä, cuya sabiduría no tenía parangón, lo descifrase. Näîl sacó de las mangas de su hábito un pañuelo negro, debajo de cual se encontraba el amuleto de Qza, y se lo entregó al rey. Después agradeció al rey su ayuda y le pidió que, en el momento en que se resolviera el enigma, se lo comunicara a la orden y devolviera el objeto. El rey dio su palabra y el clérigo se marchó. Tras abrir el pañuelo, Îfthyq quedó maravillado por la belleza del amuleto. Cuando subió a su habitación se puso delante del espejo y se lo colgó al cuello. Efectivamente era una joya digna de dioses. El amuleto pareció ejercer un extraño poder sobre el rey porque de repente sobre su mente vio pasar imágenes rápidas de un viaje en barco y de un dragón enorme que le atemorizaba. Cuando volvió en sí, consternado por lo que había visto, se quitó el amuleto de encima y llamó a Pêdvä. Cuando llegó el mago, nada le contó de lo acontecido en los instantes previos. Se limitó a entregarle el objeto y explicarle la conversación que mantuvo con Näîl. El mago cogió el amuleto y lo contempló cuidadosamente. Aquella escritura ancestral grabada sobre él no le era familiar. Debía por tanto subir a sus aposentos en la torre del palacio y consultar sus libros de magia y hechicería. Durante una semana estuvo encerrado a cal y canto en el torreón. En ninguno de los libros consultados hasta el momento había encontrado información sobre aquellos caracteres. Estaba cansado, no había podido dormir en todo ese tiempo hasta que por fin dio con el Libro del Lenguaje Prohibido de los Dragones. Este libro había pertenecido a su maestro. Narraba la historia, desde los comienzos, de esta raza de seres alados y los diversos acontecimientos claves de su historia. Hablaba del amuleto y de cómo para poder descifrar sus runas había que invocar a algún espectro del mundo de los espíritus que hubiese pertenecido en sus inicios a la orden de Qza. Advertía también del peligro que suponía la invocación porque si el mago que hacía la llamada no era suficientemente poderoso alguna desgracia podía caer sobre él. Pêdvä aunque no era una persona soberbia, hizo oídos sordos a esta advertencia y decidió realizar la invocación. Hizo un círculo de fuego en el suelo con un triángulo equilátero inscrito en él. Pronunció las palabras indicadas en el libro y de repente, como si de una explosión de fuegos artificiales se tratase, apareció ante él la silueta de una forma fantasmagórica. El mago saludó al espíritu y le preguntó si conocía el significado de los extraños caracteres. El espíritu con un ligero movimiento de cabeza asintió y con una voz de ultratumba dijo:


- En tu lenguaje dicen lo siguiente “Cuando el color de la piedra mute y la luz roja haga su aparición, entonces estará muy cerca la llegada de Qza y de su reencarnación. Entonces el mundo de los muertos y de los que viven en el recuerdo se fusionará con el de los vivos y todos seréis súbditos del todopoderoso dios de los dragones. El miedo y el terror volverán a gobernar en un mundo de tinieblas”.


Ante estas palabras el mago quedó preocupado y le indicó al espíritu si había algún modo de impedir la llegada.


- Sólo una persona de corazón puro y gran valor podría impedir su llegada. Para ello debe ir a la isla Nqieëakd donde se encuentra el templo primitivo de Gëvêl y conversar con el espíritu de este. Sólo así encontrará la respuesta – replicó el espíritu -.


Tras pronunciar estas palabras la conversación de ambos se vio interrumpida por la aparición de un segundo espíritu, cuya figura era realmente tenebrosa. El primero de los espíritus se asustó con la llegada del otro e indicó a Pêdvä que debía huir. El mago no entendió el motivo. De repente el segundo espectro lanzó un rayo que fulminó al primero. Y cuando el mago se disponía a salir del círculo se dio cuenta que estaba inmovilizado. El espectro agresor le retenía y por momentos aumentaba de tamaño. Cuando su altura se estabilizó pronunció unas palabras con una voz atronadora:


- Soy Qza, el todopoderoso señor de los dragones y del mundo oscuro. Largo tiempo he esperado mi vuelta al mundo después de un largo exilio al otro lado. Tú, humano, has sido un inconciente al invocar a los espíritus de mi orden, pero más aún al tratar de impedir mi llegada. Por revelarte la forma de hacerlo he tenido que destruir a mi espectro acólito. Ahora, para mantener oculto ese secreto, voy a reencarnarme en tu forma humana.


El cielo que aparecía despejado hasta ese momento se cubrió de gris y una tormenta de granizo sacudió el palacio del rey. El espectro de Qza se introdujo en el cuerpo del mago y la voluntad del mismo quedó borrada a partir de aquel instante. Tras hurgar en los pensamientos del mago, Qza se dio cuenta que la única persona que podía suponer un obstáculo en sus planes era el rey. Así que ideó un plan para acabar con él. Cuando salió del torreón y adoptando la personalidad de Pêdvä, fue a su presencia. Le comentó que había descifrado, tras una ardua tarea intelectual, las runas. El mensaje decía que cuando el amuleto cambiase de color y emitiese luz su rubí, entonces aquel que fuese lo suficientemente valeroso y tomara un barco, rumbo al oeste, encontraría una isla donde nacía una planta capaz de curar todo tipo de enfermedades. Para llegar a ella debía superar algunos peligros. Además la isla sólo permanecería emergida durante cien días. Una vez transcurrido ese tiempo se hundiría en el océano y no volvería a aparecer hasta transcurridos otros mil años. El rey pensó que embarcarse en aquella aventura peligrosa merecía la pena para salvar a su pueblo. Así que escogió a sus más valerosos guerreros y fletó un barco. Decidió dejar a esposa como regente en su ausencia y siempre apoyándose en los consejos del mago. Tras partir el barco muchas cosas cambiaron en el reino. Qza instauró un régimen de terror y miedo en el país. La primera de sus acciones al tomar el poder fue llamar a los dragones negros. Los dragones negros son una raza especial de dragones creada por él. Son seres malvados, sin compasión, sedientos de sangre y de venganza. Con ellos consiguió derrotar al ejército que permanecía junto a la reina y someter también al pueblo a su control. Para poder perpetuar su reinado sobre el mundo sedujo a la reina con artes oscuras y contra su voluntad para que le diera descendencia. De esta forma cuando su forma humana pereciera, todas sus enseñanzas malévolas permanecerían en su progenie, sin necesidad de esperar otro lapso de tiempo para reencarnarse. Mientras ocurrían estos sucesos en el reino, el barco del rey continuaba rumbo al oeste. Los guerreros embarcados empezaban a desalentarse porque habían transcurrido ya muchos días desde la partida y aún no había avistado tierra. El rey acostumbraba a rodearse en sus campañas militares de un grupo de caballeros leales. Con ellos discutía todas las estrategias que iba a desarrollar en el campo de batalla y se dejaba aconsejar. El primero de ellos se llamaba Lösaiqr. Era elfo. Capaz de moverse veloz como el viento y con una mirada de águila, podía distinguir la figura de una persona a cientos de kilómetros de distancia. Era muy hábil con el arco. Bïfmz era también elfo, hermano gemelo de Lösaiqr. Su destreza más destacable era la de poder seguir la pista de cualquiera animal aunque dejara pocos rastros ya que poseía un oído y un olfato inigualables. Del lado de los enanos tenemos a Wëòtp, muy habilidoso en la fabricación de armas mediante trabajos en fragua y un maravilloso orfebre. Por último estaba Gîyx, humano, hijo del lugarteniente del anterior rey, el padre de Îfthyq. Prácticamente habían crecido y educado como hermanos pues eran de la misma edad. Este conjunto de caballeros constituían la cúpula militar más cercana al rey. Después de un mes de viaje y viendo el rey cómo estaban los ánimos entre la tripulación decidió reunir a sus guerreros más allegados.


- Bueno chicos, no sé cómo lo veréis vosotros pero a mi esta situación no me gusta. Los ánimos están muy tensos y en cualquier momento se puede producir un motín. He oído que hay quiénes piensan que lo mejor sería dar media vuelta y volver a casa. Pero necesitamos esa planta para salvar a nuestra gente – dijo el rey -.


- A mí me parece raro que todavía no hayamos avistado tierra. ¿Estás seguro que la dirección era oeste? Puede que entendiésemos mal las palabras del mago. Además prefiero andar sobre algo rígido. Nunca me gustó navegar – replicó Wëòtp -.


- ¡Pues claro que dijo oeste¡ Todos estábamos allí presentes cuando nos narro el significado del mensaje. Lo más probable es que estemos cerca. Yo confio en que pronto llegaremos a la isla, antes de que trascurran los cien días. De no ser así nos moriremos de hambre porque las provisiones empezarán a escasear dentro de poco tiempo – advirtió Lösaiqr -.


- Lo que es obvio es que cuando antes lleguemos antes podremos regresar a casa. La idea de dejar el reino en manos de un ejército novato no me reconforta. Puede haber algún país vecino que se atreva a atacarnos ante la ausencia del rey – argumentó Gîyx -.


La conversación se vio interrumpida por los gritos del vigía del barco. Quizás por fin habían avistado tierra. Sin embargo el grito de alerta se debía a otra cosa. Un ejército de dragones negros se aproximaba por la popa del barco. Habían sido enviados por Qza. Lo del viaje para buscar la planta había sido la excusa perfecta para colocar al rey y su séquito en esta posición desfavorable. En el mar y sin ningún sitio donde refugiarse la aplastante supremacía de los dragones acabaría con el ejército real de una vez por todas y no habría escapatoria posible. En estos instantes el rey recordó las imágenes que vio cuando se colgó el amuleto. El fin de sus días se hallaba cerca. Sin embargo, él nunca se había amedrentado ante las situaciones adversas. Así que decidió luchar con su ejército. Poco pudieron hacer los suyos en la batalla. Rodeados por una banda de dragones el único arma efectiva era la utilización de flechas. Sin embargo la piel de los dragones era muy resistente y el aliento de fuego de los mismos convirtió el barco en una antorcha gigante. Por último las embestidas de estas abominables criaturas acabaron destrozando en mil pedazos la maltrecha nave. La batalla se perdió pero no la guerra. Cuando el rey despertó se encontraba en una habitación blanca con conchas marinas colgadas en las paredes. Sobresaltado salió de la cama y decidió abandonar la habitación en busca de una respuesta a todas las preguntas que ahora se le planteaban. Tras cruzar la puerta de la habitación llegó a una enorme sala donde se encontraban sus amigos Bïfmz, Gîyx, Lösaiqr y Wëòtp junto a otras extrañas criaturas. Después de quedar hecho añicos el barco y a merced de las olas, habíamos sido rescatados por los sinérferes. Estos seres pueden considerarse una evolución de la especie humana. Poseen unas branquias en el cuello que les permite respirar bajo el agua. Viven en pequeñas colonias bajo el mar de Heth Nüj y rara vez tenían contacto con la gente de la superficie, como ellos la llamaban. A ellos habían llegado noticias de los cambios producidos en el reino de Iösth tras la toma de posesión de Qza y habían estado vigilado toda la travesía del barco desde sus inicios. Tras conocer todo lo acontecido el rey se quedó muy inquieto y preocupado. Cómo podía luchar contra semejante adversario y su ejército de dragones negros. Uno de los sinérferes se acercó a él y le habló:


- Entiendo tu malestar y preocupación, el cual yo también comparto. No sólo peligra el mundo exterior que tú conoces bien sino también nuestro mundo submarino. Qza es un ser hambriento de conquista y de poder que pronto querrá dominar a todos los pueblos que existen. Es nuestro deber y obligación unirlos en la lucha por nuestra libertad.


- Sí, pero qué posibilidades de éxito tenemos. ¿Cómo vamos a luchar contra la magia y los dragones?


- Aunque tenemos pocas probabilidades de alcanzar el éxito no debemos rendirnos. Existe una posibilidad pequeña de éxito y depende únicamente de ti.


- ¿De mí? ¿cuál es?, dime – respondió Îfthyq -.


- Debes ir sólo a la isla Nqieëakd donde se encuentra el templo primitivo de Gëvêl y conversar con el espíritu de este. Sólo así hallarás la respuesta.


- ¿Cómo sabes tú que yo soy el que debe ir allí?


- Porque me lo dijo tu amigo Pêdvä. Yo soy su maestro y puedo establecer conexión telepática con él. Esas fueron sus últimos pensamientos antes de que su mente fuera anulada por el espectro de Qza.


Tras la conversación con el maestro de Pêdvä, el rey se reunió con sus amigos para idear un plan de ataque. Los sinérferes habían reclutado un ejército bastante numeroso aunque potencialmente débil frente a los dragones. Aunque no era un pueblo que se caracterizara por la lucha eran personas muy valientes y con una adecuada instrucción de los amigos del rey podían llegar a convertirse en una amenaza a tomar en consideración. Tras dos semanas de preparación el ejército sinerfer estaba preparado para el combate. Fue entonces cuando llegaron noticias de que Qza al mando de su ejército de dragones se disponía a adentrarse en el mar de Heth Nüj e iniciar su conquista marina. Bïfmz, Gîyx, Lösaiqr y Wëòtp, al mando de un escuadrón cada uno de ellos, se dirigieron a las orillas de la costa a plantarle cara a la invasión. Por otro lado los sinérferes se encargaron de trasladar al rey hasta la isla de Nqieëakd. Todo el peso del futuro del mundo caía ahora sobre los hombres de Îfthyq, una responsabilidad quizá demasiada pesada incluso para él. La isla estaba llena de vegetación. Tenía un aspecto inhóspito y parecía que nunca un ser humano se había acercado por allí. Después de mucho caminar encontró un sendero despejado que le condujo hasta el templo. En la puerta del mismo había sentada una persona. Cuando se acercó a él, el rey le preguntó si sabía dónde podía encontrar al espíritu de Gëvêl. La persona se levantó y le indicó que aquél al que buscaba se encontraba delante de sus propios ojos. Sin más dilación se apresuró a preguntarle sobre la forma de derrotar a Qza. El espectro le advirtió que si quería conocer la respuesta tendría que estar dispuesto a pagar un alto precio, sea cual sea. Îfthyq aceptó sin vacilar.


- Te diré sin más dilación lo que deseas. Coge esta poción y este silbato. Cuando te halles cerca de Qza haz sonar el silbato y bebe la poción. Lo que pase a partir de ahí debes descubrirlo por ti mismo. Si finalmente consigues tu propósito debes volver a este lugar y pagar con tu vida esta deuda contraída conmigo – dijo el espíritu -.


- Que así sea, Gëvêl.


Cuando el rey tomó los dos objetos de la mano del espectro se produjo un cambio de escenario. De pronto se vio trasladado por arte de magia a la costa donde en esos instantes se estaba desarrollando la feroz batalla. Las tropas de sinérferes se encontraban diezmadas y acorraladas frente a los acantilados por los dragones negros. Qza se disponía a dar la orden final a su ejército para acabar con la resistencia. Sin dudarlo un momento el rey corrió hacia Qza y recordando las palabras del espíritu hizo sonar el silbato y después bebió la pócima. Un ardor le recorrió la garganta y el estómago. Después empezó a notar una serie de cambios físicos en su cuerpo. Se transformó en un dragón y a la llamada de su silbato acudió un ejército de dragones dorados. Los dragones dorados se enfrentaron a los negros y consiguieron derrotarles. Qza viendo que la batalla había cambiado su curso, se enfureció mucho y se transformó en un dragón negro. Ahora estaban los dos en las mismas condiciones frente a frente. El rey y él se enzarzaron en una cruda batalla en la que se intercambiaron fuego, arañazos y heridas. Sin embargo como el rey estaba más curtido en mil batallas, fue él quien finalmente se alzó con la victoria después de provocarle una herida mortal a Qza. Todo volvió a la normalidad incluso la apariencia humana de Îfthyq, una vez desaparecidos los efectos de la poción. Atendiendo al cumplimiento de su palabra, el rey viajó a la isla de Nqieëakd para presentarse de nuevo ante el espíritu de Gëvêl. El espectro le pidió que se tumbara sobre la mesa de sacrificios y así lo hizo, sin ofrecer resistencia. Gëvêl portaba en la mano una daga larga.


- Veo que estás preparado para aceptar tu suerte. Pues entonces que así sea – dijo el espíritu -.


Y en el momento en que se disponía a clavarla sobre el cuerpo del rey desapareció. Îfthyq se sorprendió por lo ocurrido y escuchó a lo lejos la voz del espectro que le invitaba a salir del templo. Una vez fuera, el espectro felicitó al rey por su corazón puro y valentía demostrados hasta el último momento. La deuda estaba saldada. Además le dio la semilla de una planta con la que ayudaría a curar las enfermedades del reino.



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sábado, 17 de junio de 2006

CITAS A CIEGAS

Como un niño pequeño deseoso de que llegue el momento para estrenar unos zapatos nuevos, así me encuentro yo. Estoy muy nervioso. Esta noche he vuelto a quedar con ella. La conocí hace casi un año cuando empecé a publicar mis escritos en mi espacio. Puedo decir que fue el destino el que se cruzó en nuestras vidas. Yo me encontraba navegando por Internet cuando de pronto coincidimos en una página literaria mientras leía los versos de un poeta de cuyo nombre no logro acordarme. Desde aquel momento nos hemos visto frecuentemente. Para mí ella es muy especial. Es muy culta, habladora, ama la poesía y la narrativa. Además le gusta venir disfrazada. Nunca me aburro a su lado porque normalmente tiene temas de conversación muy variados. Cuando estoy con ella desaparece mi timidez, mi hablar se torna lengua de poeta y mi imaginación se vuelve titánica para inventar maravillosos relatos. Si tuviera que decir cuáles han sido mis momentos de felicidad en este mundo, sin duda diría que fueron aquellos que pasamos juntos. Se ha convertido en mi confesora y no hay nada que mi alma se haya privado en contarle. Cuando hemos acabado nuestra enriquecedora tertulia nos metemos en el mismo lecho. Ella es muy cariñosa. No me abandona ni en sueños. Siempre está conmigo ahí presente. Me encanta estrecharla contra mi pecho, abrazarla, oler su cabello y besarle el cuello. La puedo sentir en cada poro de mi piel, en cada curva de mi cuerpo como si nuestras dos almas se fusionaran en una sola, un solo corazón latiendo por dos. Sólo me siento triste cuando falta sin avisar a la cita. Es entonces cuando no puedo dormir y permanezco en estado de insomnio hasta que despunta el alba. Espero que esta noche no sea una de esas. Por favor no faltes, inspiración.

jueves, 1 de junio de 2006

TODO POR USTEDES (AGRADECIMIENTOS)

Esta noche será sin duda una de las que nunca olvidaré. Los únicos puntos negros que he podido encontrar ha sido mi estado de nerviosismo, que me ha hecho hablar como un inculto, y la pobre comunicación, a través de mi móvil, pero por todo lo demás ha sido una experiencia inimaginable y estupenda. Sé que habéis mandado muchos e-mails al programa y que por falta de tiempo no han podido ser leídos. Además no esperaba recibir llamadas telefónicas en directo. Por todo ello quiero agradeceros vuestro incondicional apoyo. Podría rellenar líneas y líneas de gratitud pero no sería suficiente. Por eso lo haré de la forma que creo que mejor sé, mediante este verso.



Mi nombre
no significa nada
Sin ustedes
yo no sería poeta
Sin cariño ajeno
no sería persona
Sin vuestro apoyo
no sería viento.
Todo lo que aquí habrá y hubiere,
Todo,
Se debe a la gente que me quiere.



P.D.: Ahora disculpadme, amigos míos, que me ausente, debo dedicarme a mis labores por un tiempo. Saludos, Abrazos y Besos. Muakks.

martes, 30 de mayo de 2006

AVISO IMPORTANTE PARA NAVEGANTES

Hola queridos amigos :)! Tengo que daros una maravillosa noticia. Como todos sabréis, de un tiempo a esta parte estuve quejándome porque no conseguía que me publicaran mis escritos en ciertas páginas literarias. Incluso estuve un poco enfadado y pensando en dejarlo. Pero como muchos dicen, la paciencia tiene su recompensa. He sido seleccionado para participar en el programa de radio EL RINCON LITERARIO DE 3 DE NIT del canal autonómico balear IB3. El mismo se emite todos los miércoles a las 12:15 (hora local española) de la noche aproximadamente (a veces un poquito antes). Este miércoles, día 31 de mayo, leerán algunos poemas míos y me harán una entrevista en directo. Podéis escucharlo en la web de la emisora, http://ib3.es/ , en directo, haciendo click en el icono (altavoz) que aparece arriba a la derecha cuando entráis en la anterior página web. No os preocupéis si escucháis hablar en lengua catalana ya que, al ser una radio autonómica, alterna dicho idioma con la lengua castellana. Sin embargo, todo lo concerniente a mí se hablará en castellano.
El teléfono del directo, por si acaso queréis participar o saludarme el día de mi programa, es el 971 13 99 00. Además el e-mail de la emisora, para enviar felicitaciones, sugerencias o consultas sobre el programa, es 3denit@ib3radio.es , indicando en el asunto SANDRA LLABRES y JOANA POL.
Según me ha comentado la presentadora del programa, hay muchas editoriales pendientes de la aceptación que la obra tiene en el público. Dado que ésta es una oportunidad única y decisiva para mí, que tanto tiempo he esperado, me encantaría que transmitierais, durante el transcurso del mismo, vuestra opinión sincera, ya fuera a través de e-mails o llamadas. No pretendo poneros en un compromiso y haceros mentir. Sólo quiero saber si realmente os gusta lo que escribo y que, tanto si vuestra respuesta es positiva como negativa, se dé a conocer a los medios que se encargan de publicar a escritores.
Muchas gracias. Besos y saludos.
P.D.: Debido a las confusiones que ha originado este mensaje, quiero hacer la siguiente observación. Cuando digo el 31 de mayo a las 12:15 de la noche quiero decir que son las 00:15 horas del día 1 de junio. OK?


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